A ver... Belleza, sueño...
¿Qué más había?
Corazón, estrellas,crepúsculo, amanecer, océano, libélula, amor, alma, libertad, promesa...
Tenía una lista de sus palabras favoritas, lo encontraba encantador...
¡Oh! Encanto, también.
A mi también me parecía algo adorable, me resultaba fascinante como unas simples palabras conseguían hacerle sonreír, era tan... sencillo, y yo, cada vez que veía esa sonrisa...
¡Es verdad! Sonrisa también estaba.
Estaba totalmente enamorado de ella, era tan natural y sencilla, siempre que la veía me entrabas unas ganas enormes de abrazarla y las piernas me temblaban sin que pudiera controlarlas. Me encanta esa sensación, ese momento en el que sientes...
¡Mariposas!
¿Cómo se me ha podido olvidar esa? ¿Dónde tendré la cabeza?
¡Sueño! ¡Y tiempo! Cielo, lluvia...
Lágrimas, melancolía, dolor...
¿Pero seré idiota? Éstas palabras no eran suyas....
lunes, 24 de octubre de 2011
domingo, 23 de octubre de 2011
Arte
"El arte es algo efímero"
No dejaba de repetir esas palabras, y la verdad, yo no entendía por qué, él no era un artista, era un simple fracasado al que le sobraba tiempo, nunca hizo nada que de verdad se pudiera considerar arte.
Pero él tenía una visión diferente del mundo, él veía en todo esa estética que sobrecoge corazones, y la intentaba plasmar, mas nunca tuvo éxito, aunque él creyera lo contrario.
Creaba lo que él llamaba "obras de arte", ya fueran pinturas o esculturas, sin embargo, nada más terminarlas, las destrozaba, jamás dejó una intacta, ya no queda ninguna de sus creaciones...
"No tiene ningún sentido dejar esto ahí, el arte es algo efímero, aunque lo expusieran en el mejor museo del mundo, nadie recordaría mi nombre, esto no saldría en los libros de historia, y apuesto mi cincel a que esta obra no será aceptada por todos, siempre habrá alguien a quien no le guste mi arte, y no me importa, porque esto no lo hago para que el mundo opine sobre él, ni siquiera para que sea visto, lo hago por mí, porque esto es mi arte, y es lo que me hace feliz."
Yo no comprendía esas palabras, no sabía lo que realmente significaba ese mundo para él.
¿Qué quería decir "efímero"?
Frugalidad, brevedad, perecedero...
Mas comprendí esto demasiado tarde, cuando él se hizo tan efímero como su arte.
No dejaba de repetir esas palabras, y la verdad, yo no entendía por qué, él no era un artista, era un simple fracasado al que le sobraba tiempo, nunca hizo nada que de verdad se pudiera considerar arte.
Pero él tenía una visión diferente del mundo, él veía en todo esa estética que sobrecoge corazones, y la intentaba plasmar, mas nunca tuvo éxito, aunque él creyera lo contrario.
Creaba lo que él llamaba "obras de arte", ya fueran pinturas o esculturas, sin embargo, nada más terminarlas, las destrozaba, jamás dejó una intacta, ya no queda ninguna de sus creaciones...
Efímero
Yo no comprendía esas palabras, no sabía lo que realmente significaba ese mundo para él.
¿Qué quería decir "efímero"?
Frugalidad, brevedad, perecedero...
Mas comprendí esto demasiado tarde, cuando él se hizo tan efímero como su arte.
miércoles, 19 de octubre de 2011
El Diablo
Se despertó en mitad del bosque.
Estaba solo, incluso el Sol le había abandonado.
Allí en El Bosque jamás había nadie, o eso era lo que parecía a simple vista.
Leyendas horribles había sobre ese lugar: miles de personas habían perecido entre aquellos árboles, las hojas habían sido testigo de masacres inhumanas, aquel césped había sido manchado de sangre innumerables veces.
Y en todas salía el mismo personaje.
En cuestión de segundos se levantó, y echó a correr sin ningún rumbo. Le recorrían la espalda gotas de sudor frío, fruto del pánico. Se tropezaba con sus propios pies.
Tenía miedo, no se atrevía a mirar atrás. Pero todos sabemos que la curiosidad mató al gato.
Miró por encima de su hombro, sin dejar de correr.
Y lo vió. Allí estaba.
Aquella sombra mirándole desde la distancia.
Siguió corriendo, pero le fallaron las piernas, tropezó y cayó de bruces al suelo.
Cuando se dio la vuelta, vio que aquella sombra estaba a sus pies. Mirándole, con unos ojos azules muy abiertos, casi desorbitados, le dijo:
"Perdiste"
Intentó gritar, pero no salía voz de se garganta.
La sombra sonrió ante esto, y dio un paso hacia él, lo justo para que la luz iluminara su rostro.
Palideció, no sentía las piernas, su corazón se paró, la cabeza le palpitaba y dejó de respirar...
Lo encontraron en las escaleras de la ermita del pueblo vecino, empapado en sangre y susurrando:
Estaba solo, incluso el Sol le había abandonado.
Allí en El Bosque jamás había nadie, o eso era lo que parecía a simple vista.
Leyendas horribles había sobre ese lugar: miles de personas habían perecido entre aquellos árboles, las hojas habían sido testigo de masacres inhumanas, aquel césped había sido manchado de sangre innumerables veces.
Y en todas salía el mismo personaje.
En cuestión de segundos se levantó, y echó a correr sin ningún rumbo. Le recorrían la espalda gotas de sudor frío, fruto del pánico. Se tropezaba con sus propios pies.
Tenía miedo, no se atrevía a mirar atrás. Pero todos sabemos que la curiosidad mató al gato.
Miró por encima de su hombro, sin dejar de correr.
Y lo vió. Allí estaba.
Aquella sombra mirándole desde la distancia.
Siguió corriendo, pero le fallaron las piernas, tropezó y cayó de bruces al suelo.
Cuando se dio la vuelta, vio que aquella sombra estaba a sus pies. Mirándole, con unos ojos azules muy abiertos, casi desorbitados, le dijo:
"Perdiste"
Intentó gritar, pero no salía voz de se garganta.
La sombra sonrió ante esto, y dio un paso hacia él, lo justo para que la luz iluminara su rostro.
Palideció, no sentía las piernas, su corazón se paró, la cabeza le palpitaba y dejó de respirar...
Lo encontraron en las escaleras de la ermita del pueblo vecino, empapado en sangre y susurrando:
"Mis ojos, eran mis ojos"
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