viernes, 27 de mayo de 2011

Piano

-Tocas muy bien.
-Gracias.
-¿Tocarías algo para mi?
-¿Qué quieres?
-Quisiera algo realmente bueno, que tenga una buena melodía, que entre en estado de éxtasis cuando lo escuche. Quiero una canción realmente buena.
-¿Qué tipo de música te gusta?
-La buena música, por supuesto.
Ella no dejaba de tocar su hermoso piano, no apartaba sus ojos azules de las teclas de marfil, pero sí que hizo una mueca de desprecio con sus labios rojos a la última afirmación de él.
Ella sabía exactamente qué clase de canción le estaba pidiendo.
Él desconocia la buena música.
A él le gustaba esa horrible música que se había puesto de moda.
Era relamente una atrocidad contra la verdadera música.
Lo que él y el resto llamaban "música", ella lo llamaba "excusa para cosas indecentes".
-Y bueno, ¿no vas a tocar nada para mí? ¿Algo bueno de verdad?
Realmente desagradable.
Ella le miró de reojo, respiró hondo y comenzó a tocar la nueva melodía.
Aunque, quizás, ella pensó que un requiem hubiera ido mejor con la expresión de él.